Resulta una cuestión difícil y compleja el decidir cuándo hay que usar el enfoque diferencial; no hay reglas inflexibles que puedan aplicarse.
- La iluminación, el tipo de tema, el fondo, el ajuste de la cámara, la composición..., todo son factores que influyen al tomar una decisión.
- Siempre que se encuentre con un fondo sobrecargado de detalles superfluos, de objetos que no aportan nada a la foto que desea tomar, o siempre que el tema principal sea relativamente pequeño y esté rodeado de cosas poco propicias, aumente la abertura del objetivo y así el tema quedará como en una isla de nitidez.
- Tenga cuidado, no obstante, con los primeros términos que resulten borrosos, ya que pueden ser molestos cuando lo sean en exceso u ocupen mucho espacio. Si son inevitables, es mejor mantenerlos por lo general en un mínimo al sacar la copia en papel.
- En cuanto a la iluminación, los fondos «profundos», llenos de planos cambiantes, probablemente no resultarán fotogénicos si se iluminan lateralmente, ya que tales planos se acentuarán y cobrarán un marcado relieve. En tales casos es preferible emplear una iluminación poco brillante o frontal.
- La iluminación a contraluz resulta ideal con frecuencia, toda vez que aísla el tema y sumerge el fondo en la sombra. Complementada con un cuidadoso enfoque diferencial, esta clase de iluminación llegará a producir un atractivo relieve.
- Al retratar al aire libre, lo normal es que el fondo quede subordinado a la persona fotografiada. Pero muchos fotógrafos de los que trabajan con cámara miniatura trabajan con aberturas de f/4 hasta f/8, cuando con una abertura total o casi total obtendrían mejores resultados en este sentido.
- Siempre que le sea difícil encontrar un fondo apropiado, limítese a colocar el modelo bien separado de la pared, valla o lo que sea, y entonces acérquele el objetivo totalmente abierto. Al menos los resultados serán presentables.