viernes, 9 de octubre de 2009

Fotografiar con luz artificial. 2/2

Fotografía Nocturna en Exteriores

  • Hay escenas y objetos que de día resultan perfectamente vulgares y, sin embargo, al caer la noche cobran un interés desconocido. Quizá sea ésta la faceta más interesante de la fotografía nocturna en exteriores.
  • En realidad no importa el tipo de balance de blancos (o película de color) que se utilice, ya que ni la preparada para luz artificial ni la destinada a fotografiar con luz diurna sirven para las diversas clases iluminación que se encuentran por la noche. Muchos prefieren los resultados que se obtienen con los ajustes o la película propia para luz diurna. No obstante, vista la índole tema, de poco sirve aumentar las dificultades ya existentes utilizando un ISO bajo o película de escasa sensibilidad. Generalmente, las sensibilidades medias o de gran sensibilidad proporcionan suficiente margen de acción, aunque es evidente que son preferibles las segundas cuando en la foto deban aparecer personas o vehículos que circulen con lentitud.

  • Si espera usted hasta que haya oscurecido por completo, la película color le dará un fondo negro y denso, sin detalle, con las luces brillantes aisladas y aparentemente suspendidas en el aire. El truco consiste en hacer que tema se ajuste a las limitaciones de su cámara, tomando las fotos al anochecer cuando las últimas luces del día contribuyen a reducir el contraste entre lo puntos brillantes y las sombras.
    Además, fotografiando a esa hora, pueden utilizarse tiempos de exposición más breves y no siempre es indispensable recurrir a un trípode.
  • Por ejemplo una exposición típica al anochecer podrá ser del orden de 1/30 de segundo a f/2.8.
  • Mucho depende de la clase de efecto que se persiga: una exposición más larga registrará el aspecto visual de los edificios y rebajará el brillo de las luces, y viceversa.
  • Si la sensibilidad de su fotómetro es suficiente para medir la luz del modo acostumbrado, probablemente le será provechoso fotografiar con una abertura inferior en un número de diafragma (incluso en dos) a la indicada por el fotómetro.

  • No deje nunca de emplear el parasol. Es mejor evitar los rayos directos de las luces intensas que estén próximas, ya que, de no hacerlo, podría pro­ducirse el halo.

  • Para los temas estáticos es mejor utilizar un trípode, no sola­mente para prevenirse contra los posibles movimientos de la cámara, sino tam­bién para poder diafragmar más el objetivo y, de este modo, conseguir una mayor profundidad de campo, que con frecuencia es deseable.
  • A menos que se tape el objetivo, siempre que aparezca algún vehículo en su campo visual, los faros dejarán un halo o rastro largo y sinuoso de una parte a otra de la imagen.
  • Las noches de lluvia, con sus pavimentos brillantes y entrecortados por in­teresantes reflejos, son a menudo lo que decide el éxito de la foto.
  • Los esca­parates son motivo digno de atención si se fotografían desde bastante cerca y en ángulo.
  • La iluminación a base de tubos fluorescentes requiere preferible­mente ajustes o película para luz diurna.
  • Aproveche las ocasiones de fotografiar con ilu­minaciones sutiles y de captar detalles concretos.
  • No olvide que la niebla per­mite unos efectos sorprendentes cuando envuelve las fuentes de luz.
  • La inclu­sión de unas cuantas fotografías nocturnas bien escogidas no sólo dará mayor interés a sus fotografías, sino que además las tomadas de día se beneficiarán del contraste de las nocurnas.